Física Cuántica de poca monta (La Educación Cuántica)…

Estoy de vacaciones. Más o menos. No tengo cursos, por lo tanto, estoy de vacaciones. Aunque trabaje un poquito desde casa, estoy de vacaciones.
El viernes ya será más oficial. Este año montaña y playa. Un poco de todo. Habrá piscinas, campings, mar, arena, piedras, bicicletas con ruedecitas, consinruedecitas, guantes de portero de «fúmbol». Un poco de todo, vaya. Pero, de momento, esta semana, las vacaciones son yo en casa con los dos niños y Mariona trabajando las mañanas. Por lo tanto, son medias vacaciones…
Y, por supuesto, las mañanas pasan por levantarse tarde, pasar calor, jugar con el iPad, mirar dibujos, jugar a «fúmbol», jugar a Invizimals y separar a dos hermanitos con ganas de juerga….Y aquí es donde entra la física cuántica de poca monta…
Los niños están en el comedor y yo en la otra punta del piso haciendo mis cosas…un ratito, no os creáis…y al cabo de unos minutos se pone en marcha una discusión. La discusión puede ser por cualquier motivo. Uno quita el iPad al otro (porque uno está sin batería, claro…), uno hace tropezar al otro cuando pasaba por delante de él, uno se pone delante de la tv y el otro en el sofá, uno quiere ver Peppa Pig y el otro Breadwinners, o uno se aburre y tiene ganas de molestar al otro. (NOTA: «Uno» puede ser Martí o Nil, y «Otro» también puede ser cualquiera de los dos.).
En este momento me viene a la cabeza el Gato de Schrödinger, donde si yo no voy, en este preciso momento, la responsabilidad puede ser de cualquiera de los dos, aunque griten y lloren los dos o uno de ellos. Siempre funciona. O es Martí, o Nil, o ambos. Todas las probabilidades son ciertas.
Si yo voy a la escena del «crimen», sólo por el hecho de hacer de observador, ya modificaré la realidad observada y, por tanto, no la observaré tal y como es porque la modificaré con mi punto de vista. Lo mejor sería no ir, dejar que las cosas bajen de nivel, sin yo estar presente. Es lo que yo llamo «EDUCACIÓN CUÁNTICA». Básicamente es un eufemismo para «underparenting» o «pasar de todo» o «me da pereza ir porque ya sé que me encontraré».
Y por último, la base de la física cuántica llevada a niveles supraatómicos. Pase lo que pase, hay dos realidad paralelas. Siempre, y digo siempre, la culpa, o responsabilidad como me gusta llamarlo a mí, es de los dos. Si tú escuchas a uno de los dos, la culpa es del otro. Y si escuchas al otro, la culpa es de uno. Y las dos realidades son reales. Totalmente plausibles. Realidades ciertas. Y a la vez. Han pasado las dos. Como si fuera un episodio de Star Trek. Ahora estoy pasando todos los datos a fórmulas matemáticamente ininteligibles, para hacerlas más creíbles, y presentar la teoría alguna revista científica. A ver si ahora demostraré antes la aplicación del mundo cuántico en el mundo «real» antes que no encuentren el bosón de Higgs!!!!!
No sé si esto me pasa porque tengo dos electrones en casa. Ay, quería decir hijos! O porque me está empezando a afectar el calor…o el calor nos afecta a los tres. Cuanto más calor, más rápido se mueven. Tendré que bajarles la temperatura hasta el cero absoluto, a ver si paran un poco (o les rebajaré la dosis de zumos de chocolate, que es más sencillo).
La única aplicación de la física cuántica en el mundo real que había visto hasta ahora es cuando hay elecciones y en la noche electoral todos los partidos políticos han ganado. Es un misterio, tanto o más grande que el de mis hijos. Y ahora, estamos entrando en un Bucle Espacio-Temporal donde se está repitiendo cada día lo mismo (a nivel político, eh!) Y sino, me lo recordáis cuando estemos votando las terceras elecciones en un año. Estamos en el Día de la Marmota. La física se está volviendo loca…muy loca! Yo, mientras tanto escribiré mi tratado de Educación Cuántica…y cuando acabe, empezaré con la Política Cuántica. Será un bestseller, seguro, en un universo u otro…

2 comentarios en “Física Cuántica de poca monta (La Educación Cuántica)…

  1. Desde el surgimiento de la física cuántica, la erudición ya no centra su atención en el objeto, sino en la conciencia humana como lo acreditan diversas áreas de la ciencia que, inapelablemente, remiten a la rehabilitación de la filosofía perenne. Las categorías científicas están convergiendo en la ciencia por excelencia, a saber, la ciencia de la conciencia. Y en ese campo, la filosofía transpersonal desarrollada por el filósofo Ken Wilber y la psicología transpersonal como la “cuarta fuerza” de la psicología, se presentan como un nuevo paradigma de conocimiento que, inherentemente, requiere de una renovada visión de la historia, la ciencia y la espiritualidad pero, eminentemente, de un revisionismo de la psicología cognitiva y educativa. https://www.amazon.es/La-educaci%C3%B3n-cu%C3%A1ntica-Spanish-Edition/dp/1507601158

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