La Invasión de los Ultracuerpos…

Esta noche, unos extraterrestres han aterrizado en la azotea de mi casa. Han entrado sin hacer ruido. Seguramente, atravesando puertas y paredes (por eso son extraterrestres y son más avanzados que nosotros). Han entrado en la habitación del Martí y Nil. Se han clavado unas piezas de Lego y figuritas de Playmobil en los pies (que son extraterrestres, pero no llegan a tener los superpoderes de esquivar piezas del suelo). Han cogido a Martí y a Nil y…les han abducido. Una vez en la nave, les han introducido unos chips en el cuerpo (aún los tengo que encontrar) y les han modificado el comportamiento…
Os lo cuento…
…Una mañana normal en Casa Bastardas-Homs donde yo esté solo con los niños porque Mariona se ha ido a trabajar…a un nuevo sitio, por cierto y que le irá de coña y donde será muy feliz….pues bien, como iba diciendo, una mañana normal pasa por levantarme a las 7:17 y probar de despertar a Martí y a Nil durante media hora para levantarles a las 07:47 y comenzar una odisea de negociaciones, gritos varios , amenazas varias, tacos varios, vestirse, hacer pipis (o cacas) de última hora y salir escopeteados bajo la amenaza que si no corren les dejaré en casa (tampoco se quedan muy preocupados…tendré que ser más creativo a la hora de amenazarles). No me extenderé mucho más porque no es nada que no pase en los hogares normales con familias normales de padres normales con niños normales (que es el 100% de la población que tiene hijos).
Pero hoy, no ha sido normal. Me he levantado a las 7:17 y había mucha calma. Mariona ya no estaba. Los niños, sí. Dormían. Nil en su cama y Martí en la nuestra. Yo he hecho la mía. Como siempre. De vez en cuando, probaba de despertarles: «Martí, Nil, venga que ya es hora». Me ha costado pero, como siempre, también, sobre las 7:47 ya estaban en el sofá ambos bebiéndose su leche templada, Nilo y caliente, Martí. Lo ocurrido a partir de ahora es lo que me ha hecho sospechar de la abducción y posterior implante de microchip extraterrestre. Les he dicho: «Yo me voy a vestir, vosotros vestíos también, por favor». Hasta ahora, el 100% de mañanas era irme a vestir, volver al comedor y encontrármelos en el sofá, con el pijama y yo corriendo a vestirlos. Ahora uno, ahora el otro. Ahora no quiero. Ahora primero Martí. Ahora…
…Pero hoy…vuelvo al comedor y me encuentro a Martí, de pie, junto a su ropa. Desnudo. Y vistiéndose. Y Nil, se levanta, y hace lo mismo. Y yo que no decía nada. Sólo lo he tenido que decirlo una vez. Una. UNA, por si no lo habéis entendido!!!!! Se han vestido los dos. Han cogido sus respectivas bolsas. Yo he ido a ponerme el abrigo. Grueso. Que en Manresa hace un frío del cagar. Y cuando he llegado a la puerta, me la he encontrado abierta y los niños, que ya llevaban las zapatillas y habían cogido sus respectivas chaquetas y bolsos, me llaman desde el ascensor: «Va, papá, que nos vamos o no????? «…os lo juro !!!!!!!! He salido el último de casa. Aún no me lo puedo creer.
Es digno de estudio. Es el guión de la Invasión de los ultracuerpos 2a. Parte. O quizás no, quizás es que están madurando. Quizá es que me empiezan a hacer caso. Tal vez es la excepción que confirma la regla. Quizás…quizás no sé. Y ahora estoy con el dilema de si contactar con los extraterrestres y darles las gracias, o decirles que, por favor, que les saquen el chip, porque si a partir de ahora me hacen caso a la primera, no les he repetir nada, hacen todo lo que les digo y no me la lían nunca más…me quedaré sin ideas para el blog! Noooooooooooooooooooooooo!!!!! Todo habrá sido un sueño…o no…

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